Las favelas

Muchas personas no saben qué es una favela. Otras, tienen una idea vaga que, algunas veces se corresponde con la realidad y otras (las más numerosas) no tienen nada que ver con lo que realmente se ve allí dentro.

Es necesario destacar que no es igual una favela brasileña que una ubicada en la India o en cualquier otro lugar. Es verdad que en su mayoría son asentamientos precarios, sin ninguna clase de planificación urbanística que se asientan en las periferias de las grandes ciudades donde vive gente humilde, pero cada país tiene sus características (y cada favela, dentro de cada ciudad, es un mundo)



En el caso de Brasil y de las favelas que conocí (especialmente en la que hice el voluntariado), las favelas se encuentran tanto inmersas en la ciudad como en las afueras (precisamente por eso ahora se está llevando a cabo la ''pacificación'' de las más céntricas, para dar una mejor imagen de la ciudad, tema que trataré en otro momento). Las casas, como he mencionado, están hacinadas y echas de lo básico: cemento y ladrillo. Muy pocas están pintadas, de ahí esta visión tan triste de las favelas por su color gris.  La mayoría de las favelas tiene agua y luz (el gobierno no se hace cargo, son servicios ''robados'' y por los que los habitantes pagan una tasa al dueño de la favela o a las milicias). 

En cuanto a las personas que viven allí (favelados les suelen llamar, a veces despectivamente), es gente normal, como tú y como yo, con trabajo, con sueños, con familia, con días mejores y peores,. A pesar de lo que se pueda pensar, la gente en la favela no vive en la pobreza extrema. En general, tienen un sueldo que, aunque precario, cubre sus necesidades básicas (si viven en una favela es precisamente por eso, porque su sueldo no les permite pagar un alquiler o comprar un apartamento en zonas más ricas). No son muertos de hambre, tienen ropa con que vestir tranquilamente, se reúnen para charlar, beber o tocar música, es decir,  gente común y corriente. Muchas personas han quedado fascinadas cuando les he contado esto, creyendo que en las favelas hay una pobreza parecida a las imágenes que nos llegan de algunos países africanos. Dentro de la propia favela hay gente con más dinero y otra con  menos, pero es una pobreza bastante digna. 



Otro problema muy importante de las favelas brasileñas es que son controladas por carteles de droga, lo que hace que las calles estén vigiladas por jóvenes armados y que la violencia sea algo común (ahora algo mejor que en el pasado, aunque cada favela es diferente). 

No hace falta decir que las favelas son un reflejo de un estado totalmente desigualitario que obliga a las personas con menos recursos económicos a recurrir a este tipo de viviendas y las encasilla en una clase social de la que es difícil salir. Se crea un círculo vicioso: las personas que viven en la favela son excluidas de la sociedad, y esa exlcusión hace que continúen viviendo allí las siguientes generaciones. 

A pesar de ello, bajo mi criterio, todo lo relacionado con las favelas es un objeto de estudio muy interesante de analizar. Hay tantos matices, tantas razones, explicaciones y conflictos, que hacen de ellas un microcosmos muy complejo y muy cautivador. 

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